jueves, 12 de septiembre de 2019

PILAS BAUTISMALES DE PALENCIA


Origen de las Pilas Bautismales

En la antigüedad las pilas bautismales eran usadas en las ceremonias de bautismo, sin embargo, no siempre se hizo uso de esta tipología. En la era apostólica, este sacramento no hacía uso de pila ya que se realizaba en la costa, arroyos, estanques de agua o ríos. Sin embargo, paralelamente a este tipo de bautismo se daba aquel realizado bajo techo, que con el tiempo llegó a ser el estipulado, dotándole de un objeto especial para su realización, como la jofaina o pila. 



 A partir de la construcción de las iglesias del siglo IV las pilas se incluyen en los baptisterios, tomando la misma forma de estanque circular u octogonal dispuesto por debajo del nivel del suelo o parcialmente levantado por encima de él por un brocal bajo de mampostería accesible por escalones. Con el paso del tiempo la religión mayoritaria fue el cristianismo y por ello se dio un aumento del bautismo de niños ya criados en la fe cristiana. Esta evolución del bautismo de adultos a niños provoca un cambio en la estructura de las pilas bautismales, reduciendo su tamaño.



Existen diferentes tipologías de copas: semiesféricas, octogonales, cilíndricas, troncocónicas, etc. Los fustes en su mayoría son cilíndricos y las basas y pedestales de forma cuadrada, circular o poligonal. La copa es la parte de mayores dimensiones de la pila y a su vez se divide en otras tres partes: borde superior, cenefa y la superficie inferior. Es la zona que tiene más presencia decorativa de motivos geométricos, vegetales y figurativos, pero siempre relacionado con la simbología cristiana del bautismo.


Colmenares de Ojeda

La Iglesia de San Fructuoso de Colmenares de Ojeda posee una de las más espectaculares pilas románicas de la provincia.  Sin duda nos hallamos ante una joya  de este estilo. Está datada en el siglo XII.



Se eleva  sobre un breve pedestal troncocónico decorado  con motivos vegetales y mascarones monstruosos. Por encima se sitúa la copa de forma troncocónica invertida que es de unas dimensiones considerables;  123 cm. de diámetro y 85 cm. de altura.



Por debajo de  la embocadura podemos ver una orla de pequeños flecos que forman un dosel de semibezantes por encima de la figuras.



En la cuba de la pila se disponen varias escenas; la primera es un tema de bautismo, con una pila tallada en el centro en la que vemos un niño al que sostiene un personaje adulto y que está siendo bautizado por inmersión por un clérigo tonsurado que bendice con su mano derecha mientras que con la izquierda rocía agua en la cabeza del pequeño.



Más a  la derecha, presencian la escena una mujer con barbuquejo y un hombre sosteniendo una cruz, mientras que a la izquierda aparecen otros dos personajes acompañando otros tantos niños, de los que uno está de pie y otro en brazos del adulto.



Junto a la escena del bautismo,  podemos ver un grifo rampante extraordinariamente tallado y situado dentro de una maraña de follaje vegetal. Los grifos son anímales fantásticos formados por cabeza y alas de águila con cuerpo de león que se consideran como guardianes del templo. Fue incorporado a los bestiarios pasando a formar parte de los programas iconográficos figurativos religiosos y adoptando diversos significados. 




Otra escena es la representación de las Tres Marías ante el sepulcro  de Cristo, donde aparecen portando unos tarros, encontrando el sepulcro vacío cuya tapa abre un ángel junto al que aparece otro ángel turífero.  







También aparecen varios soldados ataviados con cotas de malla.  Al lado aparecen dos personajes abrazados y otro colocando su mano sobre el hombro de uno de ellos.



El lugar tradicional de colocación de las pilas bautismales ha sido siempre el lado del Evangelio, sin embargo, esta pila bautismal de Colmenares de Ojeda, al hallarse descontextualizada de su emplazamiento original podemos ver cómo ha variado de localización, hallándose ahora en el presbiterio de la Epístola.



Cillamayor

Esta pila se encuentra actualmente en la iglesia palentina de Santa María la Real de Cillamayor.  Durante muchos años ha estado expuesta en el Museo del Castillo de Ampudia  y no hace muchos años regresó a  su lugar de origen,  después de haber formado parte de una colección privada.,




La pila bautismal que hoy por suerte podemos contemplar en la iglesia de Cillamayor está datada en el siglo XII. Su forma es troncocónica invertida, con gallones en el interior. En su cuba presenta una decoración formada por un entrelazo a modo de laberinto.



Este laberinto, que rodea a una pequeña cruz central, según algunos autores parece representar una versión de la Jerusalén Celeste: el “Camino a Jerusalén” que representaban los laberintos medievales.




Junto a él aparece la figura de un personaje ataviado con camisa y faldellín, que adelanta su brazo izquierdo señalando un laberinto mientras que en su mano derecha porta un objeto alargado.





Para interpretar esta figura los expertos no se ponen todos de acuerdo, para la mayoría podría tratarse del autor Pedro de Cilla, cuyo nombre vemos en la inscripción grabada en la pila en la que dice “PEDRO DE CILLA ME FIZO”, y lo que porta en su mano sería la herramienta utilizada para tallar la piedra.



Otros sostienen que se representa una escena de la Consagración de las Aguas Bautismales, y que lo que lleva en su mano es un hisopo, pero yo no acabo de entenderla, pues el personaje no lleva ningún distintivo sacerdotal


Por suerte tras más de cincuenta años, la pila bautismal románica hoy la podemos contemplar en su ubicación de origen que es la iglesia de Santa María la Real de Cillamayor.  El regreso de esta extraordinaria  pila medieval ha sido posible gracias a un acuerdo múltiple entre distintas instituciones.






Abia de las Torres

En la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción podemos contemplar una de las mejores pilas románicas de la provincia de Palencia.  En la nave del Evangelio, está colocada esta pila bautismal románica que antes estaba a los pies de la iglesia. Es de forma troncocónica y mide  120 cm de diámetro por 86 de altura.




 Toda la copa está decorada con relieves en los que nos muestran tres escenas: En la primera se encuentra el Pantocrátor envuelto en almendra rodeado por los símbolos de los evangelistas.



A continuación se narra el bautismo de Cristo, representado por tres ángeles de pie que llevan en su manos los lienzos y un libro; San Juan sosteniendo el jarro de agua que vierte sobre la cabeza de Cristo y  lo que es muy raro en las representaciones románicas del bautismo de Jesús, la figura de la Virgen que asiste al acto.



La última escena de la pila recoge la figura de un gran dragón alado, bajo la Cruz de Cristo.  La base no es la original que no sabemos muy bien cómo ha desaparecido, pues ahora vemos un simple cilindro de tosca piedra.




En cuanto a cronología,  ya se trata de una pila del románico tardío del siglo XIII, pero que todavía guarda todas las características del románico.




Cantoral de la Peña
En la iglesia parroquial de Santa Ana de Cantoral de la Peña se conserva junto al altar una interesante pila bautismal que mide 110 cm. de diámetro y 81 cm. de altura.  Su forma es troncocónica invertida.




La decoración de la copa se centra en una  serie de escenas entre las que destaca la temática de caballeros y que son las siguientes: Un caballero que ha descendido de su caballo, se enfrenta a pie y armado con escudo y espada a un dragón  alado con cola de serpiente, que muerde el escudo del caballero, que parece que está ayudado por un ángel que le protege.  (Una escena parecida vemos en el tímpano de Santa María de Yermo en Cantabria).





Por detrás del dragón vemos tres figuras sacerdotales bajo unas arcaduras de medio punto. El personaje del centro lleva vestimenta sagrada y empuña con la izquierda un báculo y con la derecha bendice.


La última escena de la copa son dos grifos afrontados que muerden un objeto de difícil de identificar.



En la embocadura de la pila vemos entrelazos ondulantes que llevan inscritos en su interior una guirnalda de flores octopétalas bajo la cual aparecen una serie de arquillos.  También en la parte de abajo aparecen estos arquillos invertidos.



La basa está bastante deteriorada debido al tiempo que permaneció enterrada en su anterior ubicación, pero todavía podemos ver una buena decoración de sogueado y una vástago vegetal que sale de la boca de unos leones,


La cronología de esta pila si nos atenemos a que los arquillos ya tienen un ligero apuntamiento nos llevaría a los años finales del siglo XII.




Moarves de Ojeda

Esta pila bautismal que podemos contemplar en la iglesia de San Juan Bautista de Moarves de Ojeda ha pasado por numerosas vicisitudes desde que fue trasladada desde su antigua ubicación,  por problemas de humedad, hasta el lugar donde ahora se encuentra.



A finales del siglo pasado se realizaron diferentes restauraciones intentando conservar los pocos restos que quedaban en buen estado. Debido a esas intervenciones a las figuras de los apóstoles estos perdieron los detalles de sus rostros.



En su datación no se ponen de acuerdo los expertos en románico, pues mientras unos dan la fecha que coincide con el friso exterior, otros ven unas formas más toscas y rudimentarias que ya nos llevarían a comienzos del siglo XIII.  Quizá un maestro popular sería el encargado de tallar el apostolado tomando como modelo el que vemos en el exterior.


En cuanto a los personajes representados en el contorno de la pila no deja de extrañar que en ella figuren catorce figuras y no las trece que corresponderían al Pantocrátor con el apostolado. Aquí vuelven a discrepar los entendidos, aunque después de comprobar todas sus explicaciones yo me inclino en que la decimocuarta figura corresponde a la Virgen María.



Como hemos dicho, en la cuba de la pila podemos ver catorce personajes, que serían, los doce apóstoles bajo arquillos portando libros y otros objetos apenas reconocibles. 


En el centro, el Pantocrátor o Cristo en Majestad portando un libro y bendiciendo con la mano derecha y a su lado María.


Para evitar su desmoronamiento en una de las intervenciones pusieron una cinta metálica alrededor de todo el perímetro de la pila, lo que no nos permite ver si aparte de la orla sogueada que adorna la embocadura hay alguna decoración más.  En la parte inferior aunque muy deteriorada vemos una estrecha banda de sogueado.





Calahorra de Boedo

En la localidad de Calahorra de Boedo, y en su iglesia de  Nuestra Señora de las Candelas podemos contemplar otra de las mejores pilas bautismales románicas de la provincia de Palencia. Tiene forma troncocónica invertida y mide 128 cm. de diámetro y 80 cm. de altura, más 30 cm. de la basa en la que se sustenta.


Tiene una iconografía de gran calidad, pero desgraciadamente la parte superior de su embocadura estuvo muy deteriorada.  Hace algunos años esta pila sufrió una restauración, en mi opinión sin demasiado éxito, pues me parecía más natural como estaba antes de restaurarla. Este conjunto iconográfico es de gran calidad, ya que las figuras tienen un relieve muy marcado.



En la superficie de su cuba podemos ver representadas dos escenas que nos indican la correspondencia entre el sacramento del bautismo y la idea de muerte y resurrección de Jesucristo, en la que vemos a las “Tres Marías” con velas y óleos en las manos,  ante el sepulcro vacío, mientras un ángel les anuncia la Resurrección de Cristo y levanta la tapa del sarcófago y vemos otro ángel, este turiferario. A los lados aparecen un grupo de soldados en profundo sueño.


 La otra escena presenta escenas del  Anástasis, donde vemos a Cristo cuando está abriendo las puertas del averno para que puedan salir Adán y Eva, y las almas de los justos, mientras unos demonios contemplan como Cristo los libera. Cristo extrae primero a Adán, del que tira de la muñeca ante la mirada de Eva, que aparece desnuda.


En esta representación del Anástasis vemos un grupo de personajes diabólicos que huye por la puerta opuesta a la abierta por Cristo, grupo presidido por la gran figura de Satán.  Su cuerpo responde a una de las más comunes figuraciones románicas del diablo, cubierto por un espeso pelaje que remata por una gran cabeza rugiente y cornuda.


La base de la pila está decorada con una cenefa de flores cuatripétalas inscritas en círculos.  Por encima corre una banda de sogueado y por debajo una serie de tacos geométricos.


La datación cronológica de esta pila podría ser de mediados del siglo XII y parece muy relacionada con el taller que trabajaba en el monasterio de Santa María la Real de Aguilar entre los años 1180 y 1200.



Rebanal de las Llantas
La pila bautismal que podemos contemplar en la iglesia de San Salvador de Rebanal de las Llantas está fechada a finales del siglo XII, realizada en piedra arenisca, con forma troncocónica invertida.  Sus medidas son; 90 cm. de diámetro y 52 cm. de altura, más en amplio cilindro que le sirve de base.  En su cuba se representan varias escenas, sin ninguna separación entre ellas.


En la primera escena se representa el vicio de la lujuria.  Vemos a una mujer cuyos pechos son mordidos por dos serpientes que parecen ser amamantadas por ella. Una de las serpientes se enrosca entre las piernas y brazos de otra mujer que utiliza sus manos para ocultar su sexo y su pecho.



Más a la derecha, la siguiente escena representa a dos jinetes con lanza y cota de malla enfrentados y con personaje femenino entre ellos que sujeta, no las riendas de los caballos como estamos acostumbrados a ver, sino la espada de uno y la lanza de otro. Es un tema bastante visto en la iconografía románica, aunque no en las pilas bautismales: se trata de la representación de la “Pax Dómini” o la Tregua de Dios.




La escena que sigue está formada por cuatro personajes. Los dos centrales, son una pareja abrazándose, mientras un hombre, quizás el criado de varón parece dirigirse a los amantes, mientras en la parte derecha una mujer, con manto toca y barbuquejo, apoya su mano y empuja la espalda de la muchacha hacia su amante. El realismo de la escena recuerda capiteles y canecillos de la iglesia de Cervatos.



El friso sigue con una escena en la que se presenta a un músico tocando una vihuela con arco acompañado de una bailarina, normalmente interpretada como escena de juglaría, y concluye con dos personajes semidesnudos luchando.


Las últimas costumbres en algunas iglesias consisten en situar la pila en un habitáculo de reducidas dimensiones y contra la pared de tal manera que su acceso es imposible para cualquier visitante y menos para los que ya tenemos cierta edad, por lo que hay que captar algunas imágenes de forma inverosímil, pero bueno el caso es poder contemplar estas bellezas.




Renedo de Valdavia
La iglesia de San Esteban de Renedo de Valdavia que hoy contemplamos no es más que un simple recuerdo de lo que fue en su origen, pues casi nada queda del antiguo templo románico, pero en su interior conserva una pila bautismal que se puede considerar como uno de los ejemplares más bellos de la provincia palentina.



Es de forma troncocónica y se alza sobre una basa cuadrada con círculos de cordoncillo y baquetón, con adornos en las esquinas. La copa se decora en la parte superior con una serie de círculos que enmarcan florones de cinco y ocho pétalos inscritos.




En la parte inferior podemos ver una serie de arquillos de medio punto que apoyan en basas y columnas coronadas por capiteles y en las enjutas entre los arcos vemos motivos vegetales completando la decoración.



Son varias las escenas que se muestran en los diez arquillos que componen la decoración de la copa; la más interesante es la de la Epifanía, que está grabada en cinco arquillos consecutivos, de los cuales, en los tres primeros pertenecen a los Reyes Magos a caballo; en el siguiente aparece la Virgen con el Niño Jesús y por último vemos a San José portando un  bastón de peregrino.




A continuación vemos lo que parece una escena de bautismo con dos personajes en actitud orante y un sacerdote con los brazos elevados y a su lado una pila bautismal decorada con una cruz.


Por último se representan dos escenas que parecen representar el bien y el mal. Vemos en la primera a Sansón desquijarando al león y en la segunda una escena de lucha entre un personaje ataviado con cota de malla, armado con espada y escudo que pelea contra un monstruoso dragón con cola de serpiente que ha mordido su escudo.



Osorno  la Mayor
En la iglesia de  Nuestra Señora de la Asunción, de Osorno se conserva una pila bautismal románica, ubicada a los pies de la nave de la Epístola, custodiada por una reja de madera que hace las veces de baptisterio. 




Su copa es de forma troncocónica invertida y está decorada por medio de unos interesantes relieves bajo unos arquillos de medio punto que apoyan en ocho columnillas. En las enjutas de los arcos podemos ver unos motivos vegetales demasiado simples.



a base de la pila es un enorme tambor estriado bastante erosionado, que no creo que sea el original ya que parece que ha sido reaprovechado de alguna gruesa columna.


Esta pila de Osorno es un interesante ejemplar, aunque su  calidad deja bastante que desear por su poco refinada y tosca ejecución, decorada con unos temas característicos de la escultura románica del norte de Palencia



Las escenas que se representan en toda la superficie de la copa son; una mujer a la que dos serpientes muerden sus pechos, que personifica la lujuria; un centauro sagitario con su arco.  Sansón desquijarando al león mientras otro personaje le tira de la cola; dos grifos afrontados y la escena del profeta Daniel en el foso de los leones.


La pila tiene unas medidas, de 90 cm. de diámetro por 70 cm. de altura.  Su cronología ronde las últimas décadas del siglo XII.




Itero Seco
Iglesia de San Miguel de Itero Seco es un templo barroco donde destaca la pila bautismal colocada en el lado del Evangelio junto al altar mayor. Sin duda esta pila bautismal perteneció a la antigua parroquia de este pueblo, ya desaparecida.



La copa es bastante irregular y tiene forma troncocónica invertida que descansa sobre una basa circular con  una serie de  perlados en la parte superior y por un gran  zigzagueado en la inferior. En conjunto las medidas de esta pila son; de  111 cm. de diámetro por 83 cm. de altura.




La decoración de la pila de Itero Seco se dispone sobre la copa, cuya superficie cubre totalmente y está decorada por motivos demasiado toscos, procedente de algún taller rural. 



En el tema central se presenta una gran pila bautismal en cuyo interior se encuentra un varón adulto.  Junto a la pila podemos identificar a un sacerdote tonsurado que oficia la ceremonia bautismal, y un segundo personaje que, aunque carece de cualquier distintivo sacerdotal, viste de modo similar al anterior y sujeta otro libro. 



Llama especialmente la atención la presencia de dos cabezas, una de animal enseñando la dentadura y otra humana tocada con una especie de turbante.


 La última figura de esta escena está ubicada a la derecha de la pila y corresponde a un varón barbado que se cubre con un corto paño y tiene los brazos cruzados sobre el pecho. El resto de la copa se decora con una cruz flordelisada, un florón estrellado.